La construcción de la autoestima de los hijos es primordial para que no sean víctimas de bullying. Con una buena autoestima los niños serán más seguros de si mismos, y además serán más capaces de identificar sus fortalezas y sus debilidades, y aun así se sentirán estupendamente consigo mismos.
Si tus hijos tienen una alta autoestima serán tan fuertes a nivel emocional que simplemente el agresor no podrá conseguir desprestigiarlos. Tus hijos podrán mantener a raya a los agresores y nunca ser víctimas del bullying.
Los agresores eligen a compañeros con baja autoestima
Parece que los agresores escolares huelen a la distancia a las personas que pueden reaccionar a sus palabras o comentarios hirientes, y eso es lo que los hace sentir «poderosos». En este sentido los agresores SIEMPRE se dirigen a niños con falta de confianza en si mismos, o que no son asertivos.
Pero si tu hijo hace caso omiso de los ataques verbales de un agresor en la escuela, al no tener una reacción emocional que satisfaga las necesidades de atención del agresor, este no volverá a molestarlo. A los niños que cometen bullying no les interesan los niños que de algún modo no cumplen con sus expectativas de hacerlos sentir bien. Por este motivo además de otros, es importante que se fomente en los hijos una sana autoestima desde que son bien pequeños.
Tener una buena autoestima no sólo tendrá ventajas durante la etapa de la niñez, sino también durante toda la vida de tus hijos porque sabrán decir que no a aquello que no les guste, y no se dejarán arrastrar por la presión del grupo.
Consejos para construir una buena autoestima en los hijos
A continuación te voy a dar algunos consejos para que puedas construir una buena autoestima en tus hijos:
- Pasa tiempo con tus hijos. Esto es lo que realmente necesitan de ti, ¡tiempo! Al pasar tiempo con ellos les estarás dejando claro lo importantes que son en la familia, y podrán tener una relación sólida en la que exista comunicación y confianza.
- Consigue que tus hijos participen en actividades que les guste y les da confianza, así estarán construyendo sus fortalezas.
- Permite que tus hijos cometan errores. La decepción y la frustración que provocan las decepciones son buenos maestros de la resiliencia. Si le permites que tomen riesgos razonables y no los proteges siempre de los problemas de la vida que ellos pueden solucionar por si mismos, los harás ser más fuertes. Pero no te equivoques, porque dejar que cometan errores no significa que no le tengas que guiar. Sé su guía y su apoyo, pero deja que ellos tomen las decisiones (siempre y cuando no sea un peligro para ellos mismos o para los demás).
Y por supuesto, no podrás olvidarte de hacerles ver lo mucho que valen, lo importante que es ser asertivo y que además que su hogar está basado siempre en el respeto y el amor.