Si eres una madre con poco tiempo para las tareas en casa, aquí tienes una solución

En un hogar, las madres tenemos muchas tareas para hacer. Algunas necesitan horarios fijos y otras deben hacerse, ¡sí o sí! Pero podría suceder que nos abrume la sola idea de hacer todas esas cosas.

Te sientes desganada, desorganizada y bajo presión. Y estos sentimientos se agudizan si los otros miembros del equipo familiar se desentienden y te dejan sola. Pero déjame decirte que no estás sola: aquí está este fortalecedor artículo para darte ánimo y ayudarte a organizar las tareas del hogar y a repartirlas con la familia.

No pospongas las cosas y organiza las tareas

Es lógico que si te sientes cansada, y sin ganas tiendes a posponer las tareas. ¡Pero no olvides que esto solo contribuye a agrandar el problema! Para que ya no sigas dejando las cosas para después, lo primero que debes hacer es una lista de todo lo que deberías hacer HOY.

En lo posible haz una lista ordenando desde lo más urgente e importante hacia lo más prescindible en el día de la fecha. Organiza las actividades en un cronograma: un horario posible de cumplir, para que no te frustres.

Luego, es necesario que comiences cuanto antes pero que vayas por partes: aún cuando sabes que estás retrasada comienza poco a poco, sin apuro pero sin pausa, para comenzar a ponerte al día.

Aprende a delegar

El hecho de que quizá no vivas sola tiene ventajas y desventajas. Las desventajas son que seguramente serán muchos a la hora de ensuciar y pocos cuando llega el momento de limpiar. ¡Y las ventajas son que puedes poner ese equipo a funcionar a tu favor, lo que significa a favor de toda la familia.

Pero ¡cuidado! Que no sientan que les estás recriminando algo, porque su disposición de ánimo para ayudar podrá volverse aun más negativa. Para lograr su colaboración podrás poner en práctica estas dos cosas:

1. Señalarles algo muy bueno que van a hacer (una salida al cine, una reunión en casa, etc.), pero debes decirles: «van a comenzar AHORA a preparase y a preparar la casa».

2. Compartir con ellos el problema y el cronograma realizado, asignando a cada uno una responsabilidad de acuerdo con sus posibilidades.

¿Y qué pasaría si no quieren colaborar? Aquí tienes un truco bajo la manga: pídeles algo más grande de lo que estarían dispuestos a hacer y si se rehúsan podrás encargarles alguna tarea más liviana y que acepten con más gusto. Comenzar por las cosas más sencillas es una excelente idea.

Mientras tanto, todos pueden escuchar su música preferida y hasta bailar un poco. ¡Las tareas de la casa no tienen por qué ser aburridas ni pesadas!

Recuerda que no estás sola, y que tú no tienes por qué hacerte cargo de TODAS las tareas de la casa.

Check Also

La música ayuda a los estudiantes a destacarse en la escuela, en la vida

Según el Center on Education Policy, el No Childs Left Behind hace énfasis en que …