1.- Enfermedades preexistentes no están en cobertura
Antes de contratar el seguro médico de una mascota es recomendable conocer el estado de salud de la mascota, pues una parte importante que se debe tener en cuenta antes de contratar uno es que las enfermedades preexistentes no están dentro de una cobertura.
Entre más joven sea la mascota, menos costosa puede resultar, el monto de una prima es más bajo y la cobertura es potencialmente más amplia, esto porque si en el futuro las mascotas tienen alguna enfermedad, ya tendrán la cobertura garantizada.
2.- La atención se tiene que pagar, al principio
Una de las grandes diferencias que existen entre los seguros médicos para personas y los de mascotas es la manera en que se hacen los pagos cuando se necesita una atención médica.
Cuando se hace uso de un seguro médico, las personas están acostumbradas a cubrir copagos y en ciertos casos, el pago de ciertas facturas; sin embargo, cuando se trata de seguros para mascotas, el pago es de inmediato.
3.- Unos animales son más baratos que otros
La diferencia entre las dos mascotas más comunes, los gatos y los perros, puede ser de hasta $1,500 dólares entre el primero y el segundo, en cuanto a la contratación de un seguro médico, de acuerdo con Money.com.
De acuerdo con los costos del mercado, un seguro médico para un perro varía entre $30 y $70 dólares al mes, mientras que para un gato puede costar entre $15 y $40 dólares al mes.
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