La Diócesis Católica y los responsables de los refugios de El Paso han solicitado apoyo de la comunidad para responder a las necesidades de los cientos de cubanos que entran cada semana al país por esta región fronteriza.
Las organizaciones caritativas están pidiendo ayuda de la gente para proporcionar a los inmigrantes cubanos alimentos y artículos de higiene personal, y llevan una campaña de recaudación de donaciones para sufragar el viaje de los cubanos a su destino final en EEUU.
Jesse González, miembro de la Asociación civil Educando a Nuestra Gente de El Paso, y voluntario del Centro Comunitario Houchen, dijo hoy que los refugios necesitan no sólo ayuda de la comunidad sino también del Municipio de El Paso para asistir a los inmigrantes.
La Diócesis de El Paso aseguró que está ayudando a unos 4.000 refugiados cubanos que han llegado al país por esta zona fronteriza y calcula que la situación se mantendrá así en las próximas semanas.
El trabajo de ayudar a los refugiados cubanos se ha convertido en una misión cooperativa, en la que los vecinos del sector donde se ubica el refugio, en el Centro de la ciudad, se encargan, por ejemplo, de lavar los centenares de sábanas que éstos emplean.
González declaró a Efe que han pedido al municipio ayuda para que haya más vigilancia, apoyo médico -especialmente en las noches-, higiene y limpieza, debido a la gran cantidad de basura que generan en el refugio.
El Centro Comunitario Houchen, que cuenta con 175 camas, ha tenido en las últimas semanas entre 250 y 300 cubanos al mismo tiempo, debido al incremento de personas que han estado llegando por esta frontera, aseguró.
«No somos un albergue, somos simplemente una casa de refugio», dijo Verónica Román, directora del Centro Comunitario.
Afirmó que desde hace un par de semanas se ha multiplicado el número de cubanos que ha llegado al refugio, que les presta ayuda durante un período inferior a las 24 horas, para que descansen y sigan su camino hasta su destino final.
«Llegan, comen, cenan y se bañan. Luego descansan un rato», mencionó la voluntaria, que aseguró que las necesidades del albergue han aumentado a medida que lo han hecho los refugiados.
Por ello, la directora del albergue ha pedido donativos de productos de higiene personal, como pasta y cepillos de dientes, jabón, champú, pañales, así como artículos de higiene femenina.
También la Oficina de la Diócesis está recibiendo donativos para sufragar la compra de los pasajes de autobús para que los cubanos lleguen a su lugar de destino.
El aumento de la llegada de cubanos a EEUU a través de su frontera sur es atribuido al temor a perder el trato migratorio especial que le confiere la Ley de Ajuste Cubano, que les permite conseguir la residencia permanente en un año, debido a la normalización de relaciones entre los dos gobiernos.
EFE