¿QUÉ SERÍA MÁS FÁCIL?

En estos días cuando estamos en el umbral de terminar un año más y comenzar otro, quisiera hacerte una pregunta para ponerte a pensar ¿Qué sería más fácil, colocar la primera piedra o poner la última?
Cuando hablamos de colocar la primera piedra estamos hablando de comenzar proyectos, planes y propósitos. Muchas personas hacen mucho ruido cuando colocan la primera piedra, por ejemplo, cuando construyen un edificio cortan la cinta inaugural, invitan a los medios de comunicación y celebran con una gran reunión. Luego, pasan los años y vemos otros proyecto que nunca son terminados, al ver estos proyectos a media me da lástima. Nunca han alcanzado la meta y se han tornado en basurales, guaridas de gente indigente y vergüenza de la vecindad.
Pero, cuando hablamos de poner la última piedra me encanta y cuando me invitan para ocasiones así trato de hacer lo imposible para no perderme ni una de esas ocasiones. Poner la última piedra quiere decir que el proyecto se ha concluido, el plan se ha realizado y la meta se ha alcanzado. Ahora sí vale la pena celebrar. Es una gran satisfacción el poder concluir algo que se ha comenzado.
Si alguien me pide escoger entre la celebración de la colocación de la primera piedra o de la última, yo siempre escogería ir a la celebración de la colocación de la última.
Querido lector, ahora quiero referirme a usted, personalmente ¿Cuántos proyectos o planes se han quedado con la colocación de la primer piedra en su vida? Quizás durante este año que ya casi termina o a través de toda su existencia. Has tenido buenas intenciones, has comenzado algo, pero nunca lo has llevado a la realización o a la culminación, los has dejado tirado a medio camino. Las causas pudieran ser muchas y diferentes, pero ninguna es válida, quizás fue el tiempo, la pereza, la dejadez, la frustración o desanimo. Déjame decirte que es un repertorio que no adorna tu vida, un currículo de esa calidad no da buena presentación. No quisiera que la irresponsabilidad sea el adorno de tu vida, pues, mientras hay vida debemos de hacer algo y alcanzar la realización.
Hablemos de cosas prácticas. Déjame mencionarte para ayudarte a reflexionar, algunos de esos posibles proyectos donde pusiste la primer piedra, pero la última nunca llegó a colocarse. Pensaste y hasta te prometiste a ti mismo (cuando comience a trabajar le enviaré un dinerito a mis padres, a mis hijos que dejé allá). Comenzaste a estudiar y luego abandonaste sin poderlos retomar; ahora vives frustrado con el sueño no alcanzado, por los golpes que te has llevado muchas veces o te prometiste a ti mismo cambiar tu estilo de vida, pero sigues igual malgastando tu salud y dinero en vicios y desorden.
Puede que al llegar a Estados Unidos hablaste a Dios, dándole una promesa “Diosito, ayúdame y te prometo que te serviré”, ¡estás aquí! pero de la promesa en el recuerdo ha quedado. Estos como muchos otras pudiéramos mencionar, pero todos estos son ejemplos que pudiste haber dicho ante los proyectos de tu vida que no han visto la colocación de la última piedra.
Cuanto me alegraría saber que reaccionarás antes de que sea muy tarde y pongas la última piedra en todos tus proyectos y sueños. No hay mayor satisfacción en la vida que lograr algo que uno ha sonado o anhelado, o cuando en nuestro pecho late el corazón por hacer algo. Recuerda que llegará el tiempo donde sobre nuestro cuerpo pondrán una piedra o mejor dicho una lápida, y esa sí, será la última piedra de todos nuestros sueños y proyectos.
Me encantan las palabras del Apóstol Pablo, porque entre líneas el celebra la colocación de la última piedra sobre los proyectos y sueños de su vida:
“Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida esta cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás me esta guardada la corona de justicia la cual me dará el Señor, juez justo en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida”. 2 Timoteo 4:6-8.

Que el Señor te ayude y te bendiga.
Hasta la próxima
Feliz conclusión de un año más de vida y oportunidades
Dr. Pedro Yaruchyk