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La posibilidad de encontrar una señal de alivio en las facturas que los consumidores cubren durante sus visitas a las tiendas de comestibles, se vislumbra todavía muy distante, pues de acuerdo con estimaciones de diversos expertos en finanzas, los precios seguirán aumentando en lo que resta del año y quizá durante el próximo.
De acuerdo con cifras del gobierno, en agosto se presentó el incremento anual más alto en el costo de los comestibles, pues subieron un 13.5% con respecto al 2021, lo que además representó el aumento más significativo registrado desde 1979.
Aunque para el próximo año se espera que la tasa de inflación de los alimentos se modere, eso no significa que sus precios vayan a bajar, pues una vez que alcanzan cierto nivel, tienden a quedarse allí o subir, pero rara vez bajan.
Datos del gobierno muestran que desde 1974 hasta 2021, los precios de los comestibles sólo bajaron durante dos años.
En contraparte, cada dos años se presentaron incrementos, aunque en algunos años el aumento fue muy ligero y es posible que los consumidores no los hayan notado porque sus salarios se mantuvieron al ritmo de los aumentos, lo cual en la actualidad no es el caso.
Al respecto, los productores de comestibles argumentan estar pagando precios más altos por mano de obra y materiales de empaque. Además de que también culpan al clima extremo, como la sequía o las inundaciones, y a las enfermedades, como la gripe aviar.
Sin embargo, los consumidores tienen que comer y por ello están dispuestos a pagar precios más altos por los comestibles.
FOTO: EFE
