Los estadounidenses están registrando un aumento en los precios de casi todo a medida que la economía continúa recuperándose de los daños causados por la pandemia de COVID-19.
La razón fundamental del aumento en los precios es la escasez de suministros causada por los cuellos de botella en la cadena de abastecimiento y el regreso de los niveles de consumo y producción que se registraron antes de que llegara la pandemia de coronavirus.
El precio de la gasolina es uno de los incrementos que más está afectando a las familias estadounidenses.
Tan solo esta semana la comunidad de Gorda, localizada a 40 minutos al norte de San Simeón en el condado de Monterey, registró el precio más alto de gasolina en el país al llega hasta $7.59 dólares el galón.
El precio promedio del galón de gasolina en Estados Unidos ha subido un dólar en comparación a lo que se vendía en la misma época el año pasado, una variación que no se veía desde el 2014.
Los precios de la gasolina han subido de manera tradicional cuando aumenta el precio del barril de crudo. Durante los últimos meses el precio del petróleo se ha disparado debido a la elevada demanda mundial de petróleo y por la escasez en la oferta, parece que los precios de los combustibles continuarán registrando precios altos por lo que resta del año.
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