El programa 287(g) de la oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) es considerado uno de los más polémicos, pero al mismo tiempo de los más exitosos y difíciles de demostrar que hay abusos contra inmigrantes indocumentados, debido a su principio de control desde prisiones.
Este programa surgió cuando la Ley de Reforma de la Inmigración Ilegal y Responsabilidad del Inmigrante de 1996 agregó la Sección 287(g) a la Ley de Inmigración y Nacionalidad. Desde entonces, administraciones demócratas y republicanas lo han utilizado.
Su polémica reciente surge por la intención de ICE de ampliarlo, a fin de cumplir las políticas migratorias del presidente Donald Trump, algo que han rechazado los gobiernos de condados, ciudades y estados santuario, acusando que la estrategia pone en riesgo a cualquier persona.
Activistas han acusado abusos, ya que cualquier inmigrante en contacto con prisiones podría enfrentar proceso de deportación, aunque no haya cometido necesariamente un delito.