La Organización de Estados Americanos (OEA) enviará esta semana una misión a República Dominicana y Haití para recabar información sobre la deportación masiva de ciudadanos haitianos y verificar que estas sean conducidas de manera humanitaria.
El envío de la misión que encabezará el mexicano Francisco Guerrero en su calidad de secretario de Asuntos Políticos de la OEA fue propuesto por el secretario general del organismo, Luis Almagro, y aceptado por la mayoría de los países, incluyendo República Dominicana.
Empero, el gobierno dominicano rechazó la propuesta hecha aquí por Haití ante el Consejo Permanente en voz de canciller Lener Renauld para establecer un protocolo que garantice los derechos de los haitianos en esa nación y permita una coordinación entre las dos naciones sobre las deportaciones.
“El gobierno de República Dominicana rechaza todo intento de obstaculizar el ejercicio de su soberano y su capacidad de autodeterminación”, dijo el embajador dominicano Pedro Vergés al desestimar la iniciativa haitiana.
Los países de países de habla inglesa del Caribe agrupados en la Comunidad del Caribe (CARICOM) solicitaron a República Dominicana detener de manera temporal las deportaciones durante la elaboración del protocolo.
Vergés insistió que en su país no se han celebrado deportaciones desde noviembre del 2013, rechazó que haya apátridas y dijo que nadie le puede pedir que asuma las responsabilidades de otro, al acusar a Haití de ser el causante de esta situación.
“El gobierno de Haití acomoda la realidad a sus intereses y la distorsiona” acusó Vergés, al insistir que los alcances de la llamada ley especial, que dio lugar el registro obligatorio de inmigrantes, han sido distorsionados por la prensa y algunos gobiernos.
La propuesta de Renauld para que la misión propuesta por Almagro incluyera personal de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) no generó suficiente tracción y de hecho fue rechazada por algunas naciones.
El embajador de Ecuador, Marco Vinicio Albuja dijo que su gobierno se oponía “a delegar a la CIDH una situación política que nos pertenece”.
En su turno, el embajador mexicano Emilio Rabasa Gamboa reconoció que la situación es compleja porque “tiene matices políticos, jurídicos y humanitarios” y pidió a ambas partes evitar el escalamiento del conflicto.
Elin/Ntmx