Nueva York investiga un «acto de terror» aún sin conexiones internacionales

Las autoridades de Nueva York siguen hoy investigando la explosión este sábado de un artefacto en la ciudad como un «acto de terror», aunque todavía no se han encontrado pruebas que lo vinculen con el terrorismo internacional.

«Todavía no hay evidencias que lo vinculen con el terrorismo internacional, pero una bomba que explota en Nueva York obviamente que es un acto de terror», dijo en rueda de prensa el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, un día después de la explosión.

Por su parte, el jefe de la policía de la ciudad, James O’Neill, afirmó que nadie ha reivindicado todavía la explosión pero aseguró que las autoridades no descartarán ninguna hipótesis hasta saber «quién y por qué» lo han hecho.

O’Neill explicó que los agentes continúan recabando pruebas tanto en el lugar de la explosión como en la zona donde se encontró un segundo artefacto, y añadió que también se están analizando imágenes del momento de la explosión captadas por cámaras de seguridad.

Por su parte, el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, afirmó que las 29 personas que resultaron heridas ya fueron dadas de alta de los hospitales y subrayó que «todas las teorías están encima de la mesa» y que queda «mucho trabajo por hacer» hasta saber los motivos.

«Lo que sabemos hasta ahora es que fue algo intencionado, que fue un acto violento y que fue un acto criminal organizado, pero lo que no sabemos todavía es si existe alguna conexión internacional», insistió De Blasio.

La explosión del artefacto, colocado en el interior de un contenedor de basura, ocurrió hacia las 20.30 hora local (00.30 GMT del domingo) en el barrio de Chelsea, en una zona de la ciudad muy frecuentada por turistas.

Posteriormente, las autoridades localizaron un segundo artefacto a poca distancia del lugar de la explosión, una olla a presión de cuya parte central salía un cableado oscuro que está siendo analizada en los laboratorios del FBI en Quantico (Virginia).

A escasos metros del lugar de la explosión se encontraba María Martínez, una periodista española residente en Nueva York quien relató hoy a Efe los momentos de confusión que se vivieron en la zona justo después de la explosión.

«Vi la nube de polvo de la explosión. La gente empezó a correr y todos queríamos alejarnos del lugar. Los que estaban en los bares y restaurantes salían a la calle y nos preguntaban a los que veníamos de allí. Todo el mundo decía que había que irse», aseguró.

Martínez explicó que «en seguida» empezaron a llegar policías y ambulancias y que se vivieron momentos de mucha tensión «porque era difícil conseguir un taxi» para salir del lugar. «Todos los Uber me cancelaban, pero en quince minutos al final conseguí uno», añadió.

Las autoridades reiteraron hoy que todavía no se ha identificado a ningún sospechoso pero diferentes medios publicaron en sus ediciones digitales que la policía está investigando una página en la red Tumblr en la que un hombre reivindica los hechos.

La página, titulada «I’m the NY Bomber» («Yo soy el atacante de Nueva York»), ha sido vetada por la policía y en ella el hombre asegura ser el responsable de la detonación en Chelsea, según el periódico local Daily News.

«Lo hice porque no puedo soportar esta sociedad. No puedo vivir en un mundo donde los homosexuales como yo y el resto de la comunidad LGBT son vistos con desprecio por la sociedad», escribió el hombre.

Por su parte, el periódico New York Post publicó este domingo la transcripción de una llamada de teléfono al número de emergencias de la ciudad 9-1-1 minutos después de lo ocurrido en la que un hombre asegura que «habrá más explosiones».

Además, según fuentes de la investigación citadas por el mismo diario, en una de las grabaciones captadas por las cámaras de seguridad aparece una persona colocando el segundo artefacto explosivo en la calle 27.

La explosión tuvo lugar mientras Nueva York se prepara para una semana complicada con la llegada a la ciudad de más de un centenar de delegaciones internacionales para participar en una cumbre sobre refugiados y los debates de la Asamblea General de la ONU.

Por ese motivo, las fuerzas de seguridad se mantendrán «en estado de alerta máxima» y se desplegarán un millar de agentes locales, estatales y federales adicionales en puntos clave de la ciudad para garantizar la seguridad.

 

Los vecinos de Chelsea empiezan a volver a sus casas tras la explosión

Nueva York, 18 sep (EFE).- Los vecinos del barrio neoyorquino de Chelsea empiezan a recuperar la normalidad después de la explosión de un artefacto en la noche del sábado que las autoridades siguen investigando como un «acto de terror».

La policía ha establecido un perímetro de seguridad en la calle 23, entre la Quinta y la Sexta Avenida, en el centro de Manhattan, donde no está permitido el tráfico de vehículos ni el acceso de transeúntes mientras continúan recabando pruebas de la explosión.

Para poder acceder a ese perímetro de seguridad, los vecinos tienen que presentar a las autoridades una identificación con fotografía en la que se acredite su domicilio y posteriormente son escoltados por agentes de policía hasta sus viviendas.

Mientras, los investigadores todavía mantienen cerrado el acceso al interior del edificio situado en el número 131 Oeste de la calle 23, el más afectado por la explosión, aunque el departamento de bomberos confirmó que no se han producido daños estructurales.

El concejal Corey Johnson explicó a los periodistas que las personas que aún no puedan entrar en sus viviendas tienen la opción de pasar la noche en una de las habitaciones habilitadas para los afectados en el hotel The Standard, en la zona del High Line.

La oficina del alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, no ha facilitado datos concretos sobre el número de personas que hayan podido verse afectadas por la explosión de la calle 23 y por la aparición de otro artefacto en la calle 27.

En el barrio, muy transitado por turistas y situado en el corazón de la Gran Manzana, se ha instalado una carpa de la Cruz Roja donde sirven comidas y cenas para los afectados, gracias a la colaboración de numerosos restaurantes y comercios locales.

El tráfico en la zona sigue siendo un reto ya que además del perímetro de seguridad, la policía mantiene cerrado el paso a los vehículos en un tramo de la Sexta Avenida, a la altura de la calle 14, y un tramo de la Séptima Avenida, a la altura de la calle 34.

Por su parte, la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA), la agencia que gestiona la extensa red de metro de la ciudad, confirmó que todavía sigue cerrada la estación de la calle 23, de las líneas E y F, y las estaciones de la calle 23 y la calle 28, de la línea 1.

Así, mientras el barrio de Chelsea trata de recuperar poco a poco la normalidad, las autoridades siguen adelante con la investigación de un «acto de terror» aunque advierten que todavía no hay pruebas que lo vinculen con el terrorismo internacional.

La zona continuaba este domingo plagada de agentes de policía y personal del FBI y otras agencias federales en busca de nuevas pruebas que puedan ayudar a las autoridades a dar con el paradero de los responsables.

Desde entrevistas a los vecinos y a los testigos de la explosión, hasta la búsqueda de restos del artefacto explosivo y el análisis de las grabaciones captadas por las cámaras de seguridad de los edificios cercanos.

EFE

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