Es falso que en Colombia se haya originado una variante local del coronavirus, como funcionarios españoles de la Comunidad de Madrid han advertido al expresar su preocupación por un aumento de casos en esa región.
La confusión se inició cuando el viceconsejero de Salud Pública del Gobierno en funciones de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, vinculó al país sudamericano con un nuevo linaje del COVID-19 en una rueda de prensa sobre el avance pandémico.
Según dijo Zapatero, preocupa el aumento progresivo en las últimas semanas de “la mutación 484 de la variante colombiana” en la región madrileña y su resistencia a las vacunas.
El viceconsejero reiteró entonces su petición al Gobierno de España de aumentar el control y la vigilancia en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y propuso la realización de pruebas de antígenos al 100 por ciento de la tripulación procedente de países con la incidencia “muy alta” y presencia de “cepas peligrosas”.
También el consejero de Sanidad en funciones, Enrique Ruiz Escudero, evitó ese mismo día, en un acto del hospital Gregorio Marañón de Madrid, dar una cifra exacta sobre los casos de la supuesta “variante colombiana”, aunque aseguró entonces que eran “bastantes más” de los que le gustaría recibir a la Comunidad.
Lo cierto es que las autoridades sanitarias globales y el Gobierno de Colombia han desmentido la existencia de dicha cepa y han aclarado que se trata, en cambio, de una variante identificada por científicos colombianos que circula también en otros países.