La primera gran revelación en el episodio 5 de “The Last Dance”, es que el imperio de Nike alrededor de los legendarios zapatos “Air Jordan” pudo no haber existido de no ser por la incapacidad de otros gigantes de los zapatos deportivos.
Cuando Michael Jordan impactó en la NBA como novato, el astro de los Chicago Bulls quería firmar con Converse, la marca dominante de la época en la NBA con estrellas como Magic Johnson y Larry Bird, pero Converse no se involucró porque no pensaba que un novato podría tener un impacto mayor de ventas.
Ante esto, según se explica en “The Last Dance”, Jordan deseaba que Adidas se encargara de sus zapatos. La marca alemana no atravesaba buenos tiempos, y en lo que sin duda pasó a ser un error costoso e histórico, no respondió a dicho interés.
El agente de Jordan, David Falk, quería que el joven astro de los Bulls firmara con Nike, que entonces no tenía mercado con zapatos de baloncesto, sino de fútbol y atletismo.
En el documental se revela que la apuesta de Nike de crear una marca propia de zapatos Jordan fue para la empresa basada en Oregon como sacarse la lotería.
La expectativa de Nike era de que al final del cuarto año del contrato con Jordan tuvieran ventas por $3 millones de dólares, dice Falk en el documental. “En un año vendimos $126 millones”.
Los “Jordan” trascendieron las tiendas de Nike para convertirse en parte de la cultura popular en los deportes de Estados Unidos y a nivel global.
Michael Jordan ha ganado más de $1,000 millones de dólares con su marca de zapatos según Forbes. Se estima que la marca de zapatos Jordfan tiene un valor superior a $10,000 millones de dólares.
Y todo pudo haber sido muy distinto si Converse o Adidas hubieran tenido una mayor visión, o si la mamá de Michael no lo hubiera convencido de acercarse a Nike.