El proceso de primarias continuará mañana, martes, en EEUU en los estados de Nebraska y Virginia Occidental, donde Donald Trump, con la nominación republicana asegurada tras quedarse sin rivales, y la demócrata Hillary Clinton aspiran a seguir sumando delegados.
Ninguna de las votaciones de este martes es decisiva, ya que los resultados no afectarán al estado de la contienda por la Casa Blanca, con Trump como el virtual nominado republicano desde la semana pasada y Clinton con una ventaja prácticamente inalcanzable para su rival, el senador Bernie Sanders.
Los votantes republicanos acudirán a las urnas en Nebraska, estado que envía 36 delegados a la convención del partido en julio en Cleveland (Ohio), y también en Virginia Occidental, donde están en juego otros 34 delegados.
A Trump le faltan menos de 200 delegados que sumen los 1.237 necesarios para convertirse oficialmente en el candidato presidencial republicano y, sin rivales en el camino tras la retirada de Ted Cruz y John Kasich, la única incógnita pendiente es en qué momento llegará a esa cifra.
En el caso de los demócratas, este martes solo votarán en Virginia Occidental, estado del que saldrán 29 delegados que irán a la convención del partido en julio en Filadelfia.
Los sondeos en Virginia Occidental dan ventaja al senador Sanders sobre Clinton, quien tiene al alcance de la mano la cifra de 2.383 delegados necesarios para proclamarse candidata demócrata, gracias en parte a los «superdelegados», funcionarios electos del partido que también pueden votar en la convención y que en su mayoría la apoyan a ella.
Prueba del poco interés que despiertan las primarias de mañana, hoy la atención de los medios está centrada, de nuevo, en las idas y venidas de Trump con figuras republicanas como el ex candidato presidencial y senador John McCain o el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan.
McCain, rival de Barack Obama en 2008, admitió el domingo en una entrevista con CNN que sería «estúpido» ignorar a los votantes republicanos que han apoyado masivamente en las primarias a Trump, pero evitó comprometerse a participar en actos de campaña junto al magnate, de quien dijo que debería pedir perdón a los veteranos de guerra.
En julio pasado, Trump calificó de «perdedor» a McCain, veterano de Vietnam, donde estuvo preso y fue torturado, y puso en duda que sea un héroe de guerra por haber sido capturado.
«Creo que es importante que Donald Trump exprese su aprecio por los veteranos, no por John McCain, sino por los excombatientes encarcelados como prisioneros de guerra», comentó el senador en la entrevista con CNN.
En cuanto a Ryan, tras haber dicho la semana pasada que aún no está listo para apoyar a Trump, hoy el líder de los republicanos en el Congreso aseguró estar dispuesto a abandonar su puesto de presidente de la convención del partido en julio si así lo solicita el magnate.
«Él (Trump) es el candidato. Voy a hacer lo que quiera», declaró Ryan durante una entrevista con el diario «Milwaukee Journal Sentinel».
La más crítica con la declaración de Ryan acerca de que no está listo para respaldar a Trump ha sido la exgobernadora de Alaska Sarah Palin, candidata a vicepresidenta en 2008 y quien lleva desde enero haciendo campaña en favor del magnate.
La carrera política de Ryan «está acabada a menos que ocurra un milagro», vaticinó Palin el domingo en CNN, al acusar al legislador de «faltar al respeto a la voluntad del pueblo».
En un tono más conciliador y ante la reunión que prevé tener con Ryan este jueves, Trump comentó hoy, también en CNN, que Palin es «un agente libre» y que él no tiene nada que ver con las últimas declaraciones de la exgobernadora.
Asimismo, Trump trató de matizar hoy unas declaraciones suyas de las últimas horas acerca de que los ricos pagarán más impuestos si él gana la Presidencia en las elecciones de noviembre.
«Si aumento (los impuestos) a los ricos, ellos todavía van a pagar menos de lo que pagan ahora (…) No estoy hablando de incrementos desde este punto (el actual). Estoy hablando de aumentos desde mi propuesta fiscal», explicó el magnate.
El plan fiscal presentado por Trump en la campaña establece un impuesto del 25 % para las rentas más altas, inferior al 39,6 % que existe ahora.
Según Trump, él está abierto a que esa tasa del 25 % pueda incrementarse dentro de futuras negociaciones con el Congreso para tratar de aprobar una reforma fiscal, pero no llegaría a ser tan alta como la actual.
Washington, 9 may (EFE).- El virtual candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, anunció hoy que su exrival de primarias Chris Christie dirigirá su equipo de transición si gana en las elecciones presidenciales de noviembre próximo.
«El gobernador Chris Christie es una persona extremadamente conocedora y leal, con las herramientas y los recursos para configurar un equipo de transición incomparable, uno que estará preparado para tomar el mando de la Casa Blanca cuando gane en noviembre», afirmó Trump en un comunicado publicado hoy por su campaña.
Christie, que abandonó las elecciones primarias republicanas en febrero tras una segunda derrota en Nuevo Hampshire, fue una de las primeras figuras conservadoras en dar su apoyo público a Trump ese mismo mes.
«Estoy honrado por la confianza que Trump ha puesto en mí y estoy deseando formar un equipo de primera categoría para configurar un Gobierno que ayude lo mejor posible al presidente electo de la nación», sostuvo el gobernador de Nueva Jersey, según la nota.
En las primeras semanas, tras anunciar su respaldo a Trump, Christie acompañó al magnate en varios actos de campaña, lo que le valió numerosas críticas entre los conservadores que rechazan al multimillonario y también burlas en las redes sociales.
Christie obtuvo unos resultados muy pobres en las primarias de Iowa y Nuevo Hampshire, después de haber llegado a sonar como favorito de su partido para estas elecciones durante 2013 hasta que al año siguiente comenzó a pasarle factura un escándalo político en el estado que gobierna.
El anuncio de Trump sobre su equipo de transición, el encargado de gestionar el relevo entre el Gobierno saliente y el entrante, llega una semana después de que se convirtiera en el virtual candidato republicano tras la retirada de Ted Cruz y John Kasich por su victoria en Indiana.
La semana pasada, tras quedar solo en la carrera republicana, ya hizo público que su exrival de primarias Ben Carson, que le dio su apoyo en marzo, participará en el comité que elegirá su candidato a vicepresidente.
Washington, 9 may (EFE).- El virtual candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, aseguró hoy que EE.UU. no debe preocuparse por una posible suspensión de pagos ya que es quien «imprime el dinero», al tratar de matizar sus recientes comentarios sobre cómo renegociaría las obligaciones de pago del país en caso de ser elegido presidente.
«La gente dice que quiero ir y comprar deuda y declarar un impago, y quiero decir, esta gente está loca. Es el gobierno de EE.UU. en primer lugar, nunca tendría que suspender pagos porque imprimes el dinero, odio decirlo, ¿ok? Nunca habría suspensión de pagos», señaló en una entrevista en la CNN, en aparente referencia al poder del dólar como divisa global de reserva.
El magnate neoyorquino comentaba así sus declaraciones de la pasada semana en CNBC en las que se declaró el «rey de la deuda» y dijo que le «encanta» endeudarse para desarrollar sus proyectos, algo que ha sembrado de nuevo la polémica.
En ellas, sugirió que podría reducir la deuda de EE.UU., actualmente superior a los 19 billones de dólares, convenciendo a los acreedores de que aceptaran una quita en el monto adeudado, algo que apuntó había realizado en ocasiones en sus negocios empresariales.
En esta nueva entrevista, rechazó la opción del impago y aseguró que a lo que se refería es que el país podría «comprar deuda federal con descuento».
«En otras palabras, si los intereses suben y los bonos bajan y podemos comprar los bonos con descuento, si somos lo suficientemente líquidos como país, deberíamos hacerlo», dijo Trump.
«Desde luego, no estoy hablando de renegociar la deuda», agregó.
La propuesta de Trump, sin embargo, choca frontalmente con las políticas defendidas por el partido republicano, que ha criticado el creciente nivel de endeudamiento federal y han apostado por reducir de manera drástica el gasto para reequilibrar las cuentas públicas.
EFE