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En el cuarto día del juicio contra un policía de Charlotte por matar a tiros a un hombre negro desarmado que buscaba ayuda tras un accidente automovilístico, otro policía declaró el jueves en la corte que él no desenfundó su arma ni pensó siquiera en hacerlo.
El policía Adam Neal declaró que él llegó a la escena cuando el agente Randall Kerrick estaba confrontando a Jonathan Ferrell en las primeras horas del 14 de septiembre del 2013.
Neal declaró que escuchó a Kerrick decirle a Ferrell que se tirase al suelo, pero que éste siguió corriendo hacia el agente a toda velocidad. Dijo que se usó una pistola de descarga eléctrica para tratar de someter a Ferrell, pero que o no le alcanzó o Ferrell resistió la carga. Recordó haberse preguntado si Ferrell estaba bajo la influencia de «hongos alucinógenos o sales de baño».
Neal le dijo a la fiscalía que él habría optado por someter a Ferrell con una llave en lugar de balearle.
Los fiscales dicen que Kerrick es culpable porque tuvo una reacción excesiva al matar a Ferrell. Las autoridades dijeron que los agentes no se identificaron, y el video de Neal parece confirmarlo.
Abogados de la defensa dijeron que las acciones de Kerrick fueron justificadas porque Ferrell se abalanzó contra los policías antes de que éstos pudiesen determinar lo que estaba sucediendo y que Ferrell trató que agarrar la pistola de Kerrick.
También el jueves, un patólogo forense detalló gráficamente las 10 heridas de bala sufridas por Ferrell.
Un día antes, jurados vieron video de la cámara del patrullero de Neal.
En el video de septiembre del 2013, Kerrick es visto disparando su arma 12 veces. Sin embargo, el sonido de cada disparo fue grabado por el micrófono en el uniforme de Neal, junto con la voz de alguien que grita: «¡Al suelo!», tres veces.
La familia de Ferrell había visto el video previamente como parte de una demanda que resolvieron con la municipalidad de Charlotte por 2.25 millones.
El video tomado por la cámara en el auto de Kerrick y el coche de un tercer agente va a ser presentado también como evidencia.
Kerrick, Neal y los otros agentes en la escena investigaban luego que una mujer llamase a los servicios de emergencia para reportar que Ferrell estaba tratando de derribar su puerta, al golpearla fuertemente en busca de ayuda.
Kerrick, de 28 años, enfrenta hasta 11 años de prisión si es convicto de homicidio involuntario.
AP
