La Administración de Joe Biden considera que, por el momento, no es necesario poner una tercera dosis de refuerzo a los vacunados con el fármaco anti-covid de Pfizer, tal y como ha solicitado la compañía estadounidense, y esperará a que se realicen más estudios al respecto para tomar una decisión final.
Representantes de Pfizer presentaron a los responsables de salud algunos informes preliminares sobre la vacuna que comercializan y la necesidad de una tercera inyección para quienes hayan sido inoculados con ella.
Esta reunión de produjo después de que la farmaceútica anunciara la semana pasada que iba a pedir a la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) autorización para administrar una tercera dosis de su vacuna con el propósito de hacerla más efectiva.
Y además tuvo lugar el mismo día que Israel comenzó a administrar terceras dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech a pacientes trasplantados de corazón y a otras personas con problemas inmunológicos.
No obstante, tras el encuentro, que duró aproximadamente una hora, la FDA y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) publicaron una declaración conjunta en la que precisaron que no se necesitaba ese refuerzo.