¡Y sucedió lo que tenía que suceder! Las turbas incitadas por el presidente Donald Trump entraron al templo de la democracia de los Estados Unidos—el capitolio-, buscando subvertir las leyes y la constitución del país azuzados por los ataques del primer mandatario al proceso electoral, por haber perdido las elecciones del pasado 3 de noviembre.

Simpatizantes del presidente Donald Trump irrumpieron este miércoles en la sede del Congreso de Estados Unidos mientras se llevaba a cabo el proceso de certificación de la victoria de Joe Biden.

Luego de un mitin masivo en el que participó Trump frente a la Casa Blanca, cientos de manifestantes marcharon hacia el Capitolio para denunciar lo que consideran un fraude electoral del que no hay pruebas.

Tras enfrentarse a la policía en los accesos, algunos lograron ingresar al recinto, lo que llevó a suspender las sesiones de los legisladores y bloquear los accesos a los salones del Senado y la Cámara de Representantes.

Las dos cámaras del Congreso estadounidense estaban sesionando para certificar los votos emitidos por el Colegio Electoral el pasado 14 de diciembre, que proclamaron a Biden presidente electo.
Decenas de republicanos, incluido el líder Mitch McConnell, rechazaron las objeciones que buscaban desaprobar la certificación de Biden señalando el peligro para la democracia de la acción de estos republicanos.
«Los votantes, los tribunales y los estados han hablado. Si los invalidamos, dañaría a nuestra república para siempre», dijo el líder republicano del Senado.

Y mientras Trump también presionó públicamente a Mike Pence para que bloqueara el proceso en el Congreso, el vicepresidente envió una carta al Congreso.
«Mi juramento de apoyar y defender la Constitución me restringe de reclamar autoridad unilateral para determinar qué votos electorales deben contarse y cuáles no», dijo Pence.
Al cierre de esta edición, el capitolio de Estados Unidos estaba siendo vandalizado por los seguidores del presidente Trump, sin conocerse los resultados de las mismas.