Unos 300 indocumentados recibieron hoy en Durham, Carolina del Norte, tarjetas comunitarias que les sirven como documento de identidad y que fueron otorgadas por una organización local.
La entrega de las identificaciones ocurre cuando la Asamblea General de este estado discute dos proyectos de ley, impulsados por el Partido Republicano, que prohíbe el uso de estas tarjetas comunitarias que son aceptadas por las fuerzas de seguridad locales.
«Esperamos ver esta colaboración entre la policía, los alguaciles y la comunidad», dijo a EFE Pilar Rocha Goldberg, directora de El Centro Hispano, que en Durham impulsan la entrega de las tarjetas de la red Faith Action y coordinaron la jornada de hoy celebrada en una escuela local.
Para inmigrantes como Juana Espinoza, que hizo fila desde la noche anterior, la tarjeta de Faith ID significa «andar sin miedo por la calle y poder identificarme ante la policía si me paran», según afirmó a EFE.
«Aunque no es una licencia de conducir, nos da seguridad si necesitamos interactuar con las autoridades», mencionó. En Durham, la tarjeta es aceptada por el Departamento de Policía y la oficina del alguacil local.
Tras la ley HB 318, aprobada en octubre de 2015 y que prohíbe el uso de la matrícula consular como identificación ante organismos gubernamentales, la tarjeta Faith ID se ha convertido en una recurrida opción para los indocumentados que residen en las más de 20 ciudades de Carolina del Norte donde es aceptada.
«El Departamento de Policía de Durham apoya estas identificaciones porque las personas deben tener una forma de identificarse, de otra manera no existirían para el sistema», afirmó a EFE el capitán D.L. Mock.
«Nosotros queremos construir puentes con la comunidad y que no tengan miedo de acercarse, sin importar su estatus migratorio», agregó.
El esfuerzo de las organizaciones comunitarias, así como el apoyo de varias agencias del orden, podrían diluirse si la Legislatura de Carolina del Norte aprueba el proyecto HB 1069, que revocaría una enmienda de la ley HB 318 que autoriza a las autoridades aceptar estos documentos si su portador no tiene otra forma de identificarse.
«No me di cuenta que habría una organización por ahí emitiendo tarjetas de la forma en que se hicieron con las matrículas consulares, que no tienen ninguna validez», afirmó el republicano George Cleveland, uno de los patrocinadores del proyecto, durante el debate de la propuesta esta semana en el Comité de Reforma Regulatoria.
«No podía seguir adelante con la conciencia tranquila sabiendo que no hemos hecho nada para suprimir este beneficio a la población ilegal en este estado», agregó.
Con el apoyo de la Policía de Greensboro, en 2012 la organización Casa Internacional Faith Action lanzó la iniciativa FaithAction ID, y en el verano de 2013 comenzó a proporcionar identificaciones a los residentes de esa ciudad.
EFE