Arizona fue por años uno de los estados con las reglas más estrictas en cuanto a educación se refiere.
De acuerdo con la medida electoral estatal aprobada en 2006, la Proposición 300, impedía que los estudiantes universitarios de Arizona que no eran ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes y aquellos que carecían de estatus legal, es decir los Dreamers, fueran elegibles para la matrícula estatal y la ayuda financiera federal estatal.
Decisión que acabó con los sueños de millones de inmigrantes, pero que a otros más los motivó para luchar, tal es el caso de José Patiño, quien según la organización sin fines “Mother Jones”, quien después de haber sido calificado para para una beca completa en 2006 recibió una carta que confirmaba que su matrícula se había triplicado y que no calificaba para la primera oferta por la Proposición 300.
La Proposición 300 hizo que la educación universitaria fuera inalcanzable para muchos de los jóvenes indocumentados de bajos ingresos de Arizona.
En 2018 no se pudo avanzar, pero tres años después la resolución presentada por el senador estatal republicano Paul Boyer avanzó en la Cámara con una votación de 33-27, con cuatro republicanos apoyándolo y así celebró “Es una rareza cuando puedes decir que aprobaste una ley que realmente cambia vidas, y este proyecto de ley cambia alrededor de 2,000 vidas cada año. Estamos parados sobre los hombros de gigantes”.
La Proposición 308 permitirá que los estudiantes reciban ayuda financiada por el estado, como subvenciones y becas, derogando así la Proposición 300 que imponía restricciones a los estudiantes indocumentados.
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