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La recuperación económica y el avance en la aplicación de vacunas están permitiendo el regreso a la normalidad. Con ello negocios y empresas están retomando sus actividades y generando empleos que requieren ser ocupados de manera inmediata.
Se habla de muchos motivos para que las personas no estén contratándose, desde miedo al contagio, no tener con quien dejar a los hijos o hasta estar aprovechando los recursos para no trabajar hasta que la normalidad se restablezca completamente.
Lo cierto es que más de 2 millones de trabajadores podrían ver sus beneficios por desempleo recortados o eliminados el próximo mes a medida que más estados se nieguen a participar en los programas federales de desempleo, como medida para que la gente se incorpore al mercado laboral.
Andrew Stettner, experto en seguros de desempleo y miembro principal de la Century Foundation, dijo que “Los estados les están dando 30 días (a los desempleados) para encontrar un trabajo“. Pero el especialista considera que la mayoría no podrá contratarse en ese tiempo y que la mayoría perderán sus beneficios por completo, complicándoles más su situación.
Century Foundation estima que colectivamente los desempleados perderán alrededor de $10.900 millones con esta suspensión, dinero que además dejaría de fluir en la economía estadounidense.
