Cruz, Trump y Rubio: Cascaras del mismo palo

Por: Dr. Max U. Montesino (guatapanal@gmail.com)
El lunes primero de febrero empezaron las elecciones primarias para escoger los candidatos presidenciales demócratas y republicanos para las elecciones de noviembre. El primer evento sucedió en el Estado de Iowa, donde Hilary Clinton y Bernie Sanders del Partido Demócrata y Ted Cruz y Donald Trump del Partido Republicano resultaron vencedores. En un sólido tercer lugar en la primaria republicana quedó Marco Rubio. Esos resultados tienen una repercusión enorme para nuestra comunidad latina. Y por eso aprovechamos esta oportunidad que nos brinda El Mexicano para analizar qué pueden esperar los latinos de estos candidatos en ambos partidos.
En primer lugar, si Hilary Clinton o Bernie Sanders continúan ganando las primarias en New Hampshire, South Carolina, Nevada, Florida, las que se juntarán en el llamado Súper Tuesday y demás, los latinos tendrán en quien sea de ellos dos a un(a) confiable aliado(a) que no sólo ha votado consistentemente por la reforma migratoria integral y ha apoyado firmemente las acciones ejecutivas (DACA y DAPA) del Presidente Obama, si no que ha planteado en su plataforma de gobierno 2016-2020 que profundizará esas reformas y decretará más medidas ejecutivas para beneficiar a nuestra comunidad latina y las demás comunidades emigrantes. En otras palabras, gane Clinton o Sanders, nuestra comunidad latina no tiene nada que temer. Lo mismo no ocurre, empero, si Cruz, Trump o Rubio continúan ganando esas primarias y termina uno de ellos coronándose Presidente de los Estados Unidos. En ese caso, el futuro es sumamente negro para nuestra comunidad latina, al menos que los votantes latinos no les paren el coche al candidato republicano.
Y a eso, precisamente, nos queríamos referir; pues resulta que los únicos que podrán detener la agenda blanca supremacista representada por la candidatura de Trump, la anti-latina de Cruz y la oportunista de Rubio, son precisamente las comunidades de votantes inmigrantes. De acuerdo con las estadísticas de las últimas elecciones presidenciales en USA, para Trump, Cruz o Rubio ganar la presidencia tendría que obtener más del 38% del voto latino y una considerable proporción del voto afroamericano y otros grupos inmigrantes. A pesar de que el voto de esos otros grupos inmigrantes (asiáticos, africanos, musulmanes, etc.) es importantísimo, no es tan numeroso como el voto latino. En otras palabras, el voto latino va a determinar si Trump, Cruz o Rubio llega a la presidencia o no. Y ahí es donde reside su importancia.
Dado el peso específico del voto de nuestra comunidad, la meta ha de ser no dejar que el racista Trump, el anti-latino Cruz o el oportunista Rubio llegue ni siquiera a un 20% del voto latino. Esa ha de ser el objetivo de todo latino en USA. Para ello tenemos, de aquí a noviembre, que comprometernos cien por ciento a convencer a nuestros familiares, vecinos, amigos, carnales, compañeros de trabajo, etc. para que cada uno de ellos vote y se comprometa a convencer 20 personas más para que hagan lo mismo. Esto es, 20 por 20, para negarle el 20 a Trump, Cruz o Rubio.
La aritmética electoral no se equivoca, hermanos y hermanas lectores. Cuando George Bush se re-eligió en el 2004, sacó cerca del 44% del voto latino. Cuando John McCain perdió las elecciones en el 2008, perdió porque sólo pudo sacar el 34% del voto latino. Cuando Mitt Romney perdió las elecciones en el 2012, las perdió porque sólo pudo sacar el 27% de los votos latinos. Los cálculos ahora son, de acuerdo a los expertos de las estadísticas electorales, que Trump, Cruz o Rubio necesitaría un mínimo del 38% del voto latino para poder llegar a ser presidente. Pero no se lo podemos permitir. La meta ha der ser evitar que cualquiera de estos tres anti-latinos llegue al 20%, para que su derrota sea contundente, apabullante y vergonzosa. Y si eso se logra, no sólo reivindicaría la comunidad latina su lugar en el ambiente político americano, si no que le callaríamos la boca a cualquier político racista como Trump, anti-latino como Cruz u oportunista como Rubio que pretenda menospreciarnos o engañarnos en el futuro.
Así que, sin más que hablar, la meta ha de ser negarle el 20% a Trump, Cruz o Rubio. Así que, sin darle más larga al asunto, lo que tenemos que hacer es ayudar a nuestra comunidad a registrarse para votar, insistir que aquellos que están registrados vayan a votar en noviembre; y así pararles el coche a los racistas, anti-latinos y oportunistas. Comprometámonos a comprometer 20 personas y que éstas comprometan 20 más, para negarle el 20% de los votos latinos a Trump, Cruz o Rubio. Si ese racista, anti-latino u oportunista no llega al 20% del voto latino, no será presidente. En manos de la comunidad latina está el destino del país y de la comunidad latina misma.
Si, por desidia, indiferencia o indolencia de los votantes latinos el racista Trump, el anti-latino Cruz o el oportunista Rubio saca más del 20% del voto latino y gana la presidencia, serán los latinos los responsables por ese desastre. Así que, ¡a trabajar para impedirlo!

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