La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) llamó hoy al Gobierno a defender los derechos de los mexicanos residentes en EE.UU. ante un posible endurecimiento de las políticas migratorias con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y atender las causas de la migración.
En un comunicado, el organismo pidió además a la Cámara de Diputados otorgar “los recursos económicos necesarios para la implementación de los planes de acción”.
La Comisión subrayó la importancia de atender a los connacionales en Estados Unidos “sin desconocer la necesidad de que se atiendan las causas que propician la migración” en el país.
Además, destacó la necesidad de que se “genere un entorno con condiciones de seguridad, igualdad y bienestar” en México, cuya ausencia implica ya una violación a los derechos humanos.
La CNDH indicó que las políticas migratorias implican una “responsabilidad compartida” y deben atender “los principios de igualdad, no discriminación”, respetar el interés de niñas, niños y adolescentes y cumplir la garantía de audiencia y del debido proceso.
Los derechos humanos de los migrantes deben ser respetados bajo la jurisdicción de los Estados en los que se encuentran, existiendo mecanismos o vías para reclamar su cumplimiento, recordó.
El Gobierno mexicano puede brindar asistencia y protección a sus ciudadanos a través de sus embajadas, consulados y Gobiernos locales fronterizos y vigilar que no sean víctimas de arbitrariedades.
La institución indicó que el presidente de la CNDH, Luis Raúl González, conversó el martes con la canciller Claudia Ruiz Massieu sobre acciones en favor de los migrantes mexicanos.
La cancillería anunció hoy un plan para mejorar la protección de sus ciudadanos residentes en EE.UU. a través de información, diálogo con autoridades locales y un llamado a evitar situaciones conflictivas o acciones que puedan derivar en sanciones.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) dijo que el programa “Estamos contigo” contempla once “acciones inmediatas” para evitar que los migrantes mexicanos “sean víctimas de abusos y fraudes”.
Esta es la primera respuesta del Gobierno mexicano a las intenciones del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, de deportar a entre dos y tres millones de inmigrantes con antecedentes penales.
Desde la victoria de Trump en las elecciones presidenciales del 8 de noviembre pasado, en Estados Unidos se vive un incremento de la intolerancia con más de 300 incidentes de odio contra minorías raciales o religiosas.
EFE