Clinton y Trump batallan por Ohio en el inicio de la recta final para las elecciones

Hillary Clinton y Donald Trump coincidieron hoy en el estado clave de Ohio, uno de los más disputados en la campaña electoral, en una jornada considerada tradicionalmente como el inicio de la recta final para las elecciones presidenciales en EE.UU., fijadas para el 8 de noviembre.

La candidata demócrata y el republicano hicieron campaña en ese estado del noreste de EE.UU. con motivo de la jornada festiva de Labor Day, que en los últimos años ha perdido algo de su relevancia como hito en la carrera presidencial pero sigue sirviendo de recordatorio de que solo quedan dos meses para la cita con las urnas.

Clinton, que pasó buena parte del mes de agosto centrada en actos privados de recaudación de fondos y sin apenas comparecencias públicas, tenía previsto comparecer junto al candidato demócrata a vicepresidente, Tim Kaine, en un festival con motivo de la jornada festiva en Cleveland (Ohio).

La ex secretaria de Estado, que ha sido criticada por los medios y el partido republicano por no haber dado ninguna conferencia de prensa en todo el año, también aprovechó para estrenar hoy un nuevo avión en el que viajará junto a los periodistas acreditados para seguirla por todo el país, que antes se trasladaban por separado.

«Estoy muy feliz de tenerlos aquí conmigo. He estado esperando este momento», aseguró Clinton en una breve conversación con ese grupo de periodistas, según informa el diario The Washington Post.

Preguntada por si tenía algún mensaje en particular por el día festivo, Clinton dijo: «Si quieren más Labor Days felices, ya saben por quién votar».

El vicepresidente de EE.UU., Joseph Biden, hizo campaña junto a Kaine por la mañana en Pittsburgh, en Pensilvania, otro estado muy importante de cara a las elecciones.

Biden se centró en las preocupaciones de la clase media y baja en ese estado y criticó a Trump, de quien aseguró que «realmente cree que los trabajadores ganan demasiado», a juzgar por algunas de sus declaraciones durante su carrera como magnate inmobiliario.

Trump, por su parte, participó en una mesa redonda con miembros de sindicatos en Cleveland, y tenía previsto hacer campaña más tarde en la localidad de Youngstown, también en Ohio.

Ningún candidato republicano ha llegado nunca a la Casa Blanca sin imponerse en Ohio, y ahora mismo Trump está ligeramente rezagado, con un 40,7 % de los apoyos en el estado frente al 44 % de Clinton, según la media de encuestas que elabora la web Real Clear Politics.

Clinton cree que su marido puede seguir en la Fundación familiar tras las elecciones

Washington, 5 sep (EFE).- La candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, afirmó hoy que si llega a la Casa Blanca su marido, Bill Clinton, no debería dejar su puesto en la Fundación Clinton, envuelta en la polémica por unas donaciones recibidas durante el tiempo en que Hillary fue secretaria de Estado (2009-2013).

«No creo que haya conflicto de interés», destacó Clinton en una entrevista emitida hoy por el canal ABC y en la que también participó el candidato demócrata a la Vicepresidencia, Tim Kaine.

La publicación en agosto de más documentos sobre el periodo de Clinton en el Departamento de Estado llevó al candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, a pedir el cierre de la Fundación Clinton y el nombramiento de un fiscal especial para que investigue posibles conflictos de intereses entre esas dos facetas de la vida de su rival demócrata.

Los documentos, publicados por el grupo conservador Judicial Watch, revelaron cómo varias personalidades que habían donado a la Fundación Clinton pedían favores al Departamento de Estado.

Por ejemplo, los archivos muestran cómo el líder de la banda de rock U2, Bono, pidió ayuda al Departamento de Estado para emitir en directo sus conciertos a la Estación Espacial Internacional (EEI) o cómo un ejecutivo solicitó apoyo para que un futbolista británico no identificado con historial criminal obtuviera un visado para EE.UU.

En respuesta, Clinton aseguró hoy que ninguna decisión tomada durante su tiempo en el Departamento de Estado estuvo «influenciada por nadie».

«Me siento muy bien con la labor de la Fundación. Me siento muy bien con de mi servicio como secretaria de Estado. Ninguna de las decisiones que he tomado han estado influenciadas por nadie. Las decisiones que he tomado las he hecho basándome en lo que era bueno para Estados Unidos, lo que era bueno para nuestros valores, nuestros intereses y nuestra seguridad», añadió.

Cuando estalló el escándalo y para tratar de calmar las aguas, el expresidente Bill Clinton anunció en un correo electrónico enviado a sus simpatizantes que, si su esposa gana las elecciones, él abandonará la junta directiva de la fundación y esta dejará de aceptar donaciones de Gobiernos extranjeros y empresas.

No obstante, la afirmación de hoy de Hillary Clinton cuestiona lo dicho por su marido y alimenta la polémica, que promete seguir hasta las elecciones de noviembre y de la que tratará de sacar provecho Trump.

Hillary Clinton ya abandonó hace más de un año la junta directiva de la fundación familiar, que desde 2001 recauda fondos privados para invertirlos en proyectos de desarrollo.

Un ataque de tos pone en aprietos a Clinton en un mitin en Ohio

Washington, 5 sep (EFE).- Un prolongado ataque de tos puso hoy en aprietos a la candidata presidencial Hillary Clinton, en medio de un mitin celebrado en el decisivo estado de Ohio y del que la demócrata trató de salir airosa con una embestida a su rival, el republicano Donald Trump.

«Cada vez que pienso en Trump, me entra alergia», bromeó Clinton al comienzo de su discurso, en el que la tos impidió pronunciar palabra durante unos minutos a la ex primera dama, exsenadora y ex secretaria de Estado.

Sobre el escenario y en un atril con el lema de su campaña «Más fuertes juntos», Clinton bebió agua y trató de seguir adelante con voz entrecortada y respirando fuerte, mientras el público le daba tiempo para recuperarse gritando: «Hillary, Hillary».

«Una vez que supere mi reacción alérgica, permítanme decir que estamos aquí, en parte, porque sabemos lo importante que son estas elecciones para Ohio», continuó Clinton, que a lo largo del discurso fue mejorando de su tos, aunque su voz se mantuvo ronca.

La ex secretaria de Estado acudió a Ohio, uno de los estados más disputados en la campaña electoral, en la jornada festiva del Día del Trabajo, considerada tradicionalmente como el inicio de la recta final para las elecciones presidenciales en Estados Unidos, fijadas para el 8 de noviembre.

Clinton compareció en Ohio junto a su compañero de fórmula, Tim Kaine, y junto al importante líder sindical Richard Trumka, presidente de AFL-CIO, la principal central sindical de EE.UU.

«Vamos a hacer que la economía funcione para todos y vamos a hacer la mayor inversión de puestos de trabajo bien pagados desde la Segunda Guerra Mundial», prometió Clinton, quien aseguró que creará empleos en la industria manufacturera y en el sector tecnológico.

Con su discurso de marcado tono económico y en el Día del Trabajo, Clinton hizo un guiño a los sindicatos y al votante blanco y trabajador que abunda en Ohio, centro de la industria del automóvil que sufrió los efectos de la crisis de 2008-2009, conocida como la Gran Recesión.

No obstante, de manera inmediata, la prolongada tos de Clinton proporcionó nueva artillería a la campaña de Trump, que ha cuestionado varias veces la salud de la demócrata.

De esta forma, la jefa de campaña del polémico magnate, Kellyanne Conway, consideró que la tos de Clinton no se debía a una «reacción alérgica» a Trump, sino a la «alergia» de la demócrata a los medios de comunicación.

«Debe de ser alérgica a los medios. Finalmente ha pasado un minuto con ellos. Hillary tiene un ataque de tos de cerca de dos minutos de duración», resaltó Conway en su cuenta de Twitter, en donde añadió un video con el discurso de Clinton.

La campaña de Trump y varios medios de comunicación han criticado a la ex secretaria de Estado por no haber dado ninguna conferencia de prensa en todo el año, aunque Clinton estrenó hoy un nuevo avión en el que viajará junto a los periodistas acreditados para seguirla por todo el país, que antes se trasladaban por separado.

La salud física y mental de Clinton, de 68 años, y de Trump, de 69, se encuentra bajo el escrutinio de la opinión pública de Estados Unidos, donde los dos candidatos ya publicaron un detallado informe con su estado de salud antes de las elecciones como es habitual.

Si resultara elegido, Trump sería investido en enero de 2017 con los 70 años ya cumplidos, con lo que se convertiría en el presidente electo más viejo de la historia de EE.UU., superando a Ronald Reagan (1981-1989), que fue investido con 69.

Por su parte, si gana las elecciones de noviembre, Cinton sería investida con 69 años y se convertiría en la segunda persona más vieja en llegar a la Casa Blanca.

EFE

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