Es una realidad para muchas familias. Los padres trabajan y los niños de vacaciones. La conciliación de las familias y las escuelas pocas veces coinciden y menos cuando los niños tienen casi 12 semanas de vacaciones y los padres como mucho, tienen 3 semanas seguidas. Las vacaciones escolares llegan junto con el verano y son muchos los padres que deben trabajar en esas fechas, teniendo un gran sentimiento de culpa por no poder estar al lado de sus hijos en sus días de descanso.
Trabajar mientras los niños están de vacaciones además de hacer que los padres se sientan culpables, también es un gran problema. Los padres no saben cómo manejar la situación o cómo hacer para que sus hijos estén bien atendidos mientras ellos están trabajando.
Qué hacer con los niños: el gran dilema
Para manejar los sentimientos de culpabilidad es necesario organizar con antelación qué se va a hacer con los niños antes de que lleguen los días de vacaciones. No todas las familias tiene abuelos que puedan hacer de canguros, ni dinero para poder pagar escuelas de verano o campamentos.
Hasta hace apenas unas décadas la mujer era quien se encargaba de cuidar a los hijos en época de verano, pero ahora, con su incorporación al mundo laboral los padres se enfrentan a un conflicto en busca de una solución para que los hijos estén bien atendidos mientras ellos trabajan.
En otros lugares de Europa como en los países nórdicos, las vacaciones de verano duran un mes y es más fácil para los padres poder ajustar sus vacaciones y estar con los hijos. En cambio, tres meses es demasiado tiempo para que, si no eres docente, puedas tener tantas semanas de descanso, habiendo problemas de conciliación bastante notables para muchas familias.
Claves para no sentirte culpable
– Establece prioridades. Organiza tu tiempo y realiza ajustes como reducciones de jornada aunque cobres menos. Es buena idea ahorrar durante todo el año para cuando llegan estos momentos.
– Haz búsquedas de actividades infantiles estivales que sean gratuitas en tu comunidad, porque pueden haberlas. Además, pregunta a tus hijos qué actividades pueden gustarle más realizar.
– Organizar los días de los niños con rutinas y actividades para compaginar con el trabajo.
– Reconoce tus sentimientos y acepta la realidad actual para buscar las mejores soluciones.
– Si te sientes mal y estresado exprésalo: corre, escribe, habla con personas de confianza, etc. No ocultes tus emociones.
– Respeta los horarios y no hagas horas extras. Tus hijos te necesitan en casa para disfrutar de actividades estivales.
– Pide ayuda si lo necesitas. Si tienes familiares o amigos que te puedan echar una mano, no dudes en preguntarles si es posible que durante algunos días te echen una mano. / Agencias.