El Salvador abrió relaciones diplomáticas con China el 20 de agosto de 2018. La expectativa de ese entonces era que el país lograra una mayor cooperación comercial, inversión y desarrollo de infraestructura.
Pero casi tres años después el más beneficiado ha sido China, mientras que El Salvador sigue sometido a su potente comercio y ahora enfrenta una competencia comercial cada vez más feroz.
Lo demuestran los datos oficiales del Banco Central de Reserva (BCR): en 2020 las importaciones chinas fueron 20 veces más que lo que El Salvador exportó al gigante asiático.
Para el cierre de 2020 China había importado un total de $1,479.0 millones en todo tipo de productos mientras que las exportaciones de El Salvador apenas totalizaron $77.5 millones, es decir, un 5 % de lo que ellos venden.
Y de esos $77.5 millones, $74. 7 millones corresponden a la venta de azúcar cruda que se envía con cero aranceles.
Todo lo contrario ocurre con EE.UU, con el que El Salvador ha aumentado sus ventas año con año.
El último informe de comercio exterior del BCR indica que las exportaciones al país americano entre enero y abril de 2021 crecieron en $252 millones respecto a 2020.
Estados Unidos emplea a más de tres millones de salvadoreños que el año pasado enviaron más de $5,000 millones en remesas.