Antes de detenernos a hablar acerca de las formas en la que los padres podemos determinar si nuestros niños sufren acoso, es imprescindible que sepamos que no solo los niños en edad escolar están expuestos a estas situaciones de hostilidad.
Desafortunadamente, desde que los pequeños comienzan a socializar con otros niños o adultos podrían ser objeto de acoso. En el parque, en el salón de cuidado diario, en la comunidad e incluso, dentro de la misma familia, es posible que un niño esté siendo sometido a malos tratos permanentemente.
Tipos de acoso
Para comenzar, lo mejor será que definamos acoso infantil. Este consiste en la vulneración sistemática de la dignidad e integridad de un niño. Y puede ejercerse de manera horizontal, cuando viene de otros niños, o de manera vertical, cuando se trata de personas de edad superior a la víctima.
Por supuesto, debemos actuar con cautela antes de afirmar que a nuestro hijo lo están acosando. Por ejemplo, si en medio de una tarde de juegos recibe un puntapié de un amiguito que no quiso compartir un juguete, esta actuación aislada no debe ser considerada acoso.
Pero si el mismo niño persiste día tras día en su intento de incomodar a nuestro pequeño, con gestos que denoten desprecio y acciones que lo afecten física y emocionalmente, entonces podríamos estar frente a un niño acosador.
El acoso también puede venir de manos de un adulto, y en estos casos el panorama suele ser más complicado porque esta persona sí conoce las implicaciones de acosar a un menor de edad, y es posible que su estrategia para atacarlo incluya tácticas que le permitan pasar desapercibido frente a los demás.
¿Cómo detectar el acoso infantil?
Aquí te enseñamos como detectar el acoso en 5 pasos sencillos:
1.- Analiza el comportamiento de tu hijo
Si notas que está triste o nervioso sin razón aparente, si lo escuchas decir cosas que reflejen baja autoestima.
La mejor herramienta para determinar el acoso, es conocer cómo se siente tu niño, saber cuáles son sus problemas y preocupaciones, sus miedos y debilidades.
2.-Mantente alerta si ves que el niño quiere evitar a alguien
Si observas que tu hijo no quiere ir a clases o que ya no disfruta ir al parque que visita usualmente; si se rehúsa categóricamente a visitar la casa de un amigo o familiar, no lo obligues.
Es posible que detrás de su negativa haya una razón. Así que mejor intenta acercarte a él, analiza si su estado de ánimo cambia cuando visita estos lugares y si se siente aprehensivo cuando entra en contacto con algunas personas. No importa si se trata de gente de su misma edad, o mayores.
3.- Investiga quién es el posible acosador
Una vez que hayas identificado a la persona que está afectando de manera negativa a tu hijo, debes buscar referencias acerca de su comportamiento con otros niños.
Si se trata de otro pequeño, puedes preguntar directamente a otros niños cómo les va con ese amigo, si han tenido problemas o si los ha hecho sentir mal. Los otros padres también son una fuente importante de información, ellos pueden ayudarte a descartar o comprobar la hipótesis de acoso.
Si el acosador es un adulto, un maestro o el padre de otro niño, debes esforzarte en conocer con detalles si su conducta es habitual y si ha perjudicado a otros pequeñines.
4.- Enfrenten juntos al acosador
Una vez que estés seguro de que el niño es víctima de acoso, es hora de que enfrentes al abusador y la mejor manera de hacerlo será junto a tu hijo, debido a dos razones:
La primera es que difícilmente el acosador pueda mantener una mentira o una coartada sin ponerse nervioso frente al niño, porque este podrá ponerlo en evidencia.
La segunda razón es que tu hijo será testigo de que la mejor manera para solucionar un caso de esta naturaleza es conversando y haciendo las respectivas denuncias.
5.- Alerta a tu hijo
Los padres, aunque quisiéramos, no podemos estar permanentemente junto a nuestros retoños. Ellos deben contar con todos los conocimientos y herramientas para detectar cuándo una persona pretende vulnerarlos.
Recuérdales con frecuencia que cuando alguien quiera perjudicarlos, deben estar alertas para alejarse y ponerle freno a la situación.
Educa a niños seguros. Enséñales desde pequeños que nadie puede atentar contra su dignidad y que deben confiar en papá y mamá para denunciar cualquier maltrato, no importa si el acosador es un gran amigo o un familiar. El bienestar del niño es la prioridad y esto debe tenerlo en claro para saber actuar ante cualquier señal de acoso.