(EFE).- Los sindicatos brasileños protestaron hoy en Brasil contra las reformas del presidente de Brasil, Michel Temer, y prepararon el terreno de cara a la huelga general convocada para el próximo 30 de junio.
La mayor concentración tuvo lugar en Sao Paulo, donde unas trescientas personas se concentraron en el centro de la ciudad para denunciar los riesgos de las medidas económicas propuestas por el Ejecutivo brasileño para equilibrar las cuentas públicas.
Los sindicatos presionan desde hace meses para impedir la aprobación de la reforma del sistema de jubilaciones y de pensiones, así como la modificación de las reglas laborales, una propuesta que hoy fue rechazada por una comisión del Senado.
El proyecto de reforma laboral fue denegada con votos de algunos legisladores de la base oficialista opuestos a esa iniciativa, pero continuará en trámite aún con la recomendación de la comisión del Senado.
Los sindicatos se oponen a una reforma que consideran que, en un ambiente de recesión como el que vive Brasil desde hace dos años, puede agravar el desempleo y que permitirá a las empresas sustituir empleados formales por tercerizados.
El proyecto de Temer, entre otras cosas, da prevalencia a los acuerdos entre empleados y empresas por encima de la propia legislación, reglamenta la jornada de trabajo intermitente y de los temporales.
Los sindicatos aprovecharon hoy el «Día de movilización en junio de lucha» para convocar a los ciudadanos de cara a la huelga general, la cual está prevista para el próximo día 30.
El presidente brasileño, quien se encuentra contra las cuerdas tras ser acusado de corrupción, ya enfrentó el pasado 28 de abril una huelga que terminó con fuertes disturbios en Brasilia, Río de Janeiro y Sao Paulo.