Visitar a recién nacidos
Para que nuestra visita a los recién nacidos sea un momento feliz y no incomode a la familia a la que visitamos, te damos una serie de consejos que serán muy útiles y acertados.
Evita ver a los recién nacidos si estás enfermo
Los padres estarán encantados de que su bebé reciba sus primeras visitas, pero también es cierto que se preocuparán como todos los padres por evitar que su hijo enferme.
Así que, lo más sensato por nuestra parte si estamos resfriados o enfermos, será no visitar al bebé. Los padres lo agradecerán enormemente y el chiquitín también.
Avisa antes de ir
Con una llamada o un mensaje podemos asegurarnos de que nuestra visita no va a incomodar. Puede ser que en ese momento que tenemos pensado ir, la mamá esté dando de mamar al pequeño o atendiendo otras cosas. Así que nunca vayas de visita sorpresa, sino planéala bien.
Si ves que hay mucha gente, sé prudente
Antes de la visita a la hospital o al hogar de los recién nacidos hay que asegurarse de que no haya mucha gente. Es cierto que a veces es muy difícil controlar ese tema, pues entre familiares y amigos todos quieren estar allí.
Por eso, si al llegar te encuentras que hay más gente de la prevista y que tu visita va a agobiar más que ayudar, márchate. Quizás puedas planear ir en otro momento más oportuno.
No despiertes a los recién nacidos
Está de más decir lo mal que nos sienta a cada uno de nosotros que nos despierten en pleno sueño. Los recién nacidos necesitan también que respetemos su descanso. Así lo que nunca debes hacer es pedir a los papás que lo despierten para ver a quién se parece o de qué color son sus ojos.
Cuidado con los consejos
A no ser que te pregunten directamente, nunca des tu opinión de lo que tú harías o no. Con eso solo consigues incomodar a los papás y recordarles la poca o ninguna experiencia que tienen.
La experiencia se adquiere rápidamente al ser padres, y lo que a unos le funciona a otros no les sirve. Así que sé prudente siempre y acertarás.
Lávate siempre las manos al tocar a recién nacidos
Si los padres no te dicen directamente que cojas al niño, resiste esa tentación. Es verdad que a todos nos despiertan ternura los recién nacidos y queremos tenerlos en nuestros brazos, pero si no te dan permiso para ello no lo hagas.
Si vas a coger al bebé hazlo siempre con las manos limpias, pues sabemos que las manos son portadoras de muchos gérmenes y no queremos enfermar al pequeño.
El lugar de los besos
Debemos resistir el impulso de besar al bebé cuando lo cogemos en brazos. Habrá papás a los que no les importe y otros que se molesten, por tanto evitarlo será una forma de acertar siempre.
En el caso de que no nos resistamos a besarlo, lo mejor será hacerlo en los pies de los recién nacidos, pues es la manera apropiada en la que no le transmitiremos infecciones como pudiera ocurrir con la cara o las manos.
Ayuda en lo que puedas
Será una buena visita si conseguimos por un lado no incomodar y por otro ayuda. Por eso ofrece tu ayuda para lo que necesiten los padres. Quizá sea atender a otros hijos, si los hay, o hacer compra, recoger la casa o cualquier otra tarea que será muy bien recibida.